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Mariana Tîrcă, entrenadora del Brasov, y Simona Gogîrla, ex-jugadora del mismo equipo, han entrado de lleno en un conflicto desagradable.
El hecho es que la jugadora ha fichado por el Rapid Bucaresti, pero tiene su residencia en Brasov y por lo tanto solo se desplaza a la capital para jugar los partidos. Así, decidió entrenarse en el pabellón de Brasov con el equipo masculino.
Pero según su versión, por órdenes de Tirca, no se le permite la entrada. La entrenadora niega ser ella la que ha instigado esta decisión, y además anuncia que denunciará a la policía al marido de Gogirla, ya que según ella la amenazó diciendo que "hay mucha gente que por 1.000 Euros haría lo que fuese."
Parece que Brasov esta temporada va de mal en peor entre conflictos, problemas económicos y demás.
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